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La economía circular promueve un enfoque sostenible que hace hincapié en el reciclaje, la reutilización y la minimización de residuos. En este marco, la reutilización de los plásticos en los procesos industriales podría desempeñar un papel fundamental, ofreciendo numerosas ventajas para las empresas y el medio ambiente… Sin embargo, debido a las dificultades que plantea su composición y a las características de los modelos actuales de reciclado, la reutilización de estos residuos plásticos sigue siendo muy baja en comparación con otros materiales,como el papel, el vidrio o los metales.
Es un recurso potencial de materias primas que, por desgracia, actualmente no se puede aprovechar tanto como desearíamos.La producción de plástico ha crecido exponencialmente en las últimas décadas en todo el mundo: ha pasado del millón y medio de toneladas de 1950 a más de 350 millones en 2018. Es cierto que la producción sufrió una gran caída durante la pandemia de COVID-19, pero se recuperó rápidamente. Asimismo, en Europa sólo se recicla un tercio de este material, según la Comisión Europea.
Entre las principales barreras para el reciclaje del plástico, se encuentran la calidad y el precio del producto reciclado, frente a su contraparte virgen. Los procesadores de plástico requieren elevadas cantidades de plástico reciclado, fabricados con especificaciones altamente controladas y a un precio competitivo. Asimismo, los plásticos varían en gran medida dependiendo de las necesidades estéticas o funcionales de cada fabricante, y la diversidad de las materias primas complica el proceso del reciclaje, lo encarece y afecta a la calidad del producto final.
Por otro lado, es cierto que la demanda de plástico crece. Pero, en 2018, tan solo representó el 6% de la demanda de plásticos en Europa.
Ahorro de energía, reducción de emisiones y nuevas oportunidades económicas
Consciente de esta realidad, la Comisión Europea está trabajando para cambiar el escenario. El Pacto Verde Europeo indica que un 55% de los residuos de embalajes plásticos se tendrán que reciclar en 2030, a la vez que la Comisión Europea está tomando medidas para reducir los residuos de plásticos de un solo uso.
Millones de toneladas de residuos plásticos acaban en vertederos o contaminando nuestros océanos cada año. Lograr cuadrar el círculo de la reutilización de plásticos en procesos industriales sería una solución que celebrar, prolongando la vida útil de estos materiales y minimizando la demanda de nueva producción de plástico.
Por otro lado, los plásticos se obtienen de valiosos recursos no renovables, como los combustibles fósiles. Al maximizar la vida útil de los materiales plásticos mediante su reutilización, las industrias pueden reducir su dependencia de recursos naturales. Esto no sólo beneficiaría al medio ambiente, sino que también ayudaría a estabilizar los precios y a asegurar el suministro de materias primas para las industrias a largo plazo.
Producir plástico a partir de cero requiere cantidades sustanciales de energía, lo que contribuye a las emisiones de gases de efecto invernadero y al cambio climático. La reutilización de plásticos reduce la necesidad de procesos de alto consumo energético asociados a la producción de plásticos, como la extracción, el refinado y la fabricación.
Fomento de la innovación y la colaboración: el caso de Birplast
La economía circular exige y ofrece a partes iguales nuevas oportunidades de innovación mediante la colaboración industrial. La transición hacia una economía circular y la reutilización de plásticos en procesos industriales requiere innovación y colaboración entre sectores. Este cambio anima a las empresas a pensar de forma creativa y a encontrar nuevas formas de utilizar eficazmente los plásticos reciclados. Mediante la colaboración con proveedores, clientes y otras partes interesadas, las industrias pueden desarrollar soluciones innovadoras.
Este es el punto de partida del proyecto Birplast, liderado por Sener, cuyo objetivo es lograr la valorización de residuos plásticos mediante procesos de economía circular, contando con la participación de otros 12 socios y el apoyo de tres miembros de la Red Vasca de Ciencia y Tecnología. El proyecto contribuirá al desarrollo de nuevos procesos para la obtención de materias primas de esta fracción de residuos, mediante su transformación en nuevos plásticos y otros productos químicos de alto valor, como envases, ropa, elementos para proteger invernaderos y plantaciones, productos de aislamiento e impermeabilización, y otros productos plásticos industriales.
Iniciado en 2022, pretende recuperar 12,4 millones de euros al año en forma de residuos con alto contenido plástico e incrementar en un 10% la eficiencia de los procesos de separación y clasificación. Además, Birplast aportará nuevas soluciones tecnológicas para valorizar residuos plásticos complejos, en torno a 500.000 toneladas anualmente.
Los procesos termoquímicos de pirólisis, gasificación y solvólisis que se están estudiando en el proyecto Birplast, además de las tecnologías de separación y limpieza de los diversos flujos de materiales, son procesos de reciclaje químico que permitirán obtener nuevas materias primas circulares para su transformación en nuevos plásticos o productos químicos de valor para industria química.
¿Hay sitio para el plástico en la economía circular?
Adoptando prácticas sostenibles que minimicen los residuos y promuevan la conservación de los recursos, las empresas pueden contribuir activamente a resolver la crisis mundial de los residuos plásticos.
Adoptar la economía circular no solo beneficia al medio ambiente, sino que también presenta oportunidades económicas, promueve la innovación y mejora la reputación de una empresa. Gracias a estos esfuerzos colectivos, podemos allanar el camino hacia un futuro más sostenible y próspero.
Hemos enumerado tanto las barreras, como el panorama actual, que no favorece la reutilización del plástico en procesos industriales. No obstante, con los objetivos marcados por las autoridades europeas más el impulso empresarial y de los centros de investigación, hoy estamos algo más cerca de avanzar en esta senda que, de ser recorrida, estoy seguro de que abrirá la puerta a un amplio abanico de oportunidades.
Pablo Bernal
Ingeniero químico con más de 10 años de experiencia en el sector de la economía circular, gestionando un centro de innovación tecnológica a escala demostrativa de procesos de tratamiento de residuos. Actualmente, se encuentra gestionando el proyecto BIRPLAST como director de proyecto, y colaborando en trabajos de ingeniería para plantas de biometano a partir de residuos ganaderos y agroindustriales.