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Con motivo del Día Mundial de la Diversidad Cultural, hablamos sobre diversidad, igualdad, equidad e inclusión con Mika Serret.

Mika, háblanos un poco sobre ti, tu formación, trayectoria profesional…

La gente me conoce por Mika, pues es parte de mi identidad de género. Estudié Ingeniería Civil en el Tecnológico de Monterrey. Llevo poco más de 1 año y 6 meses siendo parte de Sener en México, en el área de Geotecnia, Túneles y Geología, donde he sido partícipe de proyectos como el Tren Maya tramo 5 Sur y la Ampliación de Talleres y Cocheras de Zaragoza Línea 1.

Entre las distintas formas de diversidad demográfica hablamos, principalmente, de género, generación, orientación sexual, cultura y discapacidad, y además, en Sener, hablamos de la diversidad desde la individualidad. Todas las empresas tienen personas diversas, en tu opinión, ¿cuáles son las ventajas de crear entornos diversos e inclusivos?

Las personas por inercia buscan lugares donde puedan sentirse de manera segura, cómoda y no tengan que ocultar parte de su esencia; entonces, ir creando espacios diversos va a ir generando una mayor sensación de pertenencia con la empresa, porque, ¿quién no sentiría orgullo diciendo “en mi empresa me valoran por mis resultados y por mi esencia”? También va a provocar una mayor y mejor convivencia entre el personal, a la vez que se fomentan los valores de respeto, tolerancia e inclusión, tanto de manera personal como en el conjunto de la empresa. Y por último, pero no menos importante, las personas van a ir desarrollando una actitud más agradable hacia el trabajo, generando resultados más positivos en los ámbitos personal, profesional y empresarial.

Trabajamos en entornos profesionales en los que participan 4 generaciones, como ingeniero recién egresado, ¿cuáles consideras las ventajas de la diversidad generacional en las empresas? ¿Qué pueden aprender los más jóvenes de los más seniors y viceversa?

La ventaja es que hay diferentes formas de pensar que propician la divergencia en la búsqueda de soluciones, y con ello, tras el diálogo, se pueden obtener soluciones bastante prometedoras e innovadoras.

Las personas jóvenes podemos aprender cómo sobrellevar las problemáticas a las que se han enfrentado las personas de generaciones por arriba, analizarlas y utilizar esos conocimientos para futuros momentos o situaciones donde sean necesarias. Mientras que las personas de generaciones más veteranas pueden ver cómo hablar con los jóvenes sobre las cosas que vemos puede aportar cosas positivas a situaciones o problemas.

Perteneces a la llamada generación Z, en tu opinión ¿qué aporta tu generación a la diversidad de las empresas y que necesitáis para sentir mayor inclusión de los entornos profesionales?

Lo que la generación Z ha estado aportando dentro de la diversidad es esta parte de visibilidad, donde cada quién puede dar una imagen propia verdadera sin necesidad de generar una pantalla u otra personalidad. A través de los años se ha mantenido un estigma en el sector de la ingeniería, en el que se supone que no hay diversidad, y actualmente ese estigma va rompiéndose. Es importante aprender a valorar las aptitudes y habilidades de las personas, en vez de características personales como su cultura, religión, orientación sexual, identidad de género, entre otras.

Para poder llegar a sentir una mayor inclusión, desde mi perspectiva, es necesario poder informar de manera certera y verídica sobre diversidad, puesto que durante años se ha dado información falsa y esto ha contaminado la forma de ver a las personas diversas. Con información, se fomentaría la tolerancia, el respeto y la inclusión.

Ante el lema “Apostar por el futuro laboral a través de la inclusión y la diversidad”, ¿qué crees que podemos hacer a nivel individual para crear entornos de trabajo más inclusivos?

De manera individual creo que lo que se puede hacer es informarse de manera correcta, así como ir eliminando esa cultura del tabú y del odio que se ha inculcado durante generaciones. Si tienen familia que pertenece a la comunidad LGBT+, con habilidades diferentes, o de otra cultura o religión, pueden acercarse a hablarles, preguntarles sin miedo y hacerles sentir que les apoyan. Iniciando en casa también se puede llevar al entorno laboral. No está mal preguntar sobre aquello que se desconoce, lo malo es quedarse con una idea errónea.