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Una due diligence (en adelante, DD) es una auditoría sobre un activo que permite conocer su valor en un determinado momento y circunstancia.

La DD implica la investigación del estado de ese activo para valorarlo frente a una inversión, previo a la firma del contrato y establecimiento de condiciones financieras.

Normalmente, las DD suelen encargarlas las entidades financieras, bancos o particulares y administraciones en el momento de adquirir ciertos bienes y/o obligaciones o bien a la hora de conceder préstamos o financiar ciertas operaciones.

Diseño y construcción

En el caso de las instalaciones de tratamiento de agua, pueden deberse a la necesidad de la propiedad o del contratista de financiar la operación de diseño y construcción de la instalación, en tanto en cuanto la devolución de la inversión suele ir ligada al precio de venta del agua producida o tratada, en los años posteriores a la realización de la inversión, modelo conocido como BOT (Build-Operate-Transfer) o BOOT (Build-Own-Operate-Transfer).

Con estos modelos, el futuro operador suele financiar el proyecto y la construcción en base a las condiciones del contrato de futura operación de la planta de tratamiento de agua. Por ese motivo, la entidad financiera suele encargar una DD técnica en base a establecer la idoneidad, tanto del diseño de las instalaciones como de la futura venta (ligada a la operación y mantenimiento de la instalación), que será la base de la devolución y rescate de toda la operación financiera.

Las inspecciones y evaluaciones de una DD técnica revelan cualquier posible coste oculto, por lo que se proporciona a los inversores la certeza sobre el valor real de la instalación.

La DD técnica verifica que el diseño de la infraestructura cumple con los estándares y normativas aplicables, así como que los cálculos están realizados correctamente acorde a normativas y códigos que le sean de aplicación. Asimismo, verifica la correcta estimación de costes, planificación de los trabajos y determina posibles riesgos asociados a posteriores sobrecostes en la construcción y puesta en marcha de las instalaciones.

Transferencia del activo

Hay un segundo supuesto en el que suele encargarse una DD técnica, cuando, transcurridos los años establecidos en el contrato de BOT/BOOT inicial, las instalaciones se transfieren a la administración original, proceso conocido como transferencia del activo.

En este caso, la misión de la DD técnica consiste en verificar el estado actual y valorar las instalaciones a trasferir. Requiere el estudio de los datos relativos a la operación y al mantenimiento, realizado a lo largo de los años desde que se construyó la planta.

Las inspecciones y evaluaciones de una DD técnica revelan cualquier posible coste oculto, por lo que se proporciona a los inversores la certeza sobre el valor real de la instalación.

Valoración de las instalaciones

En el caso de la BOT/BOOT, la valoración técnica corresponde al estudio detallado del proyecto, a la evaluación de la ingeniería de detalle realizada por el contratista constructor y a su ajuste, tanto en valoración económica acorde a precios de mercado, como en cuanto a su corrección técnica en cuanto a cálculos, diseños, especificaciones y planificación.

En el segundo caso, la valoración se basa en la verificación del mantenimiento realizado durante los años de operación de la planta y en la correcta operación de los equipos e instalaciones asociadas, debiéndose valorar el estado actual de estos, de acuerdo con su ciclo de vida.

Las inspecciones y evaluaciones de una DD técnica revelan cualquier posible coste oculto, por lo que se proporciona a los inversores la certeza sobre el valor real de la instalación.

Sener, a través de su equipo de tecnologías del agua, posee amplia experiencia en ambos tipos de DD y en diferentes geografías. A modo de ejemplo, aunque Sener dispone de amplia experiencia en este campo, se han realizado las due diligences técnicas de tres operadoras de plantas depuradoras con sus correspondientes redes de saneamiento de Califa, en Córdoba (Colombia); el sistema de acueducto y alcantarillado de la ciudad de San José de Cúcuta (operado por Aguas Kpital Cúcuta); ambos proyectos para Aqualia; o la planta desaladora de Carlsbad, en California (EE. UU.) para Infrata.

El informe final que se realiza en proyectos como estos incluye un análisis de riesgos (red flags) detallado, que incluye la definición de cada uno de los riesgos asociados a las instalaciones y equipos técnicos, bien durante la fase de diseño y construcción, bien durante la fase de operación y mantenimiento de estos, describiendo las posibles consecuencias de dicho riesgo, así como las medidas de mitigación recomendadas.